La resistencia y las defensas
Bueno… le vengo dando vueltas a este capítulo desde hace un tiempo. Quisiera escribir una novela, pero no tengo imaginación.
Hace unos días, supe que J.K. Rowling iba mirando por la ventanilla de un tren, cuando se le ocurrió súbitamente, el desarrollo de su famosa historia. No le bastó un libro, ni dos… necesitó 7 volúmenes para poder expresar aquello que vislumbró mirando algún paisaje entre Manchester y Londres.
Yo, en cambio, de tan breve, voy a morir sin palabras.
Vuelvo a Lacan, que me da años de vida.
Me resulta complejo escribir lo que entiendo, que entiende Lacan, sobre lo que entendía Freud. Escribir estos entendimientos sin faltar a la verdad, no es solo difícil, sino que además, carece de poesía. Apelo a una condensación necesaria, condensación que es posible deconstruir y desandar, sobre todo si se conocen los elementos. Como un proceso de separación química, o una especie de metalurgia. De cualquier manera, no existe tal cosa como una “pureza del discurso”, somos un andamiaje de citas enlazadas de manera particular.
Al margen, no existe la pureza. Punto.
El descubrimiento freudiano, nos dice Lacan, pone de manifiesto por sobre todas las cosas, la relación problemática del sujeto consigo mismo, y la relación de esta problemática con el sentido de sus síntomas. Sin embargo, a esta altura del partido, es necesario subrayar el hecho de que si Freud, fue capaz de descubrir, no es sino, porque supo reconocer. Este hecho, en sí mismo, es piedra angular del psicoanálisis y pone de manifiesto que se requiere de coraje para ser un buen analista.
Dice Lacan: “El rechazo de este sentido es lo que le plantea al sujeto un problema”.
El tema que sigue es tan interesante como nutritivo, produce en mí infinidad de pensamientos y me remite a cantidad de citas. Intento permanecer en el texto y seguir la linea de asociación de Lacan pero es posible que me vaya por las ramas. Que más da.
La intención del discurso. Este es el punto central para Annie Pink. Si, Annie Pink. Quien quiera detalles de su vida privada, bueno.. que vaya a buscarlos.
Dice Lacan: “Para Annie Reich, nada tiene importancia salvo el reconocimiento por parte del sujeto, hic et nunc, de las intenciones de su discurso. Y sus intenciones solo tienen valor en su alcance hic et nunc, en la interlocución presente”.
En todo caso, el punto central para la autora, es poder captar porqué dice lo que dice el paciente en el interior del consultorio, cual es su intención, en el aquí y ahora de la circunstancia analítica. Advertir sobre la relevancia de este punto, es crucial porque en el mismo discernimiento se encontrarán las resistencias del paciente y sus defensas.
Por otro lado, la intención del discurso pone de relieve el nivel de adherencia al Otro, o su indiferencia con respecto a él, lo que puede darnos importantes datos vinculados a la estructura.
Relevante este punto, en tanto también nos confronta con el hecho de que, por fuera de una cadena significante, una palabra o un acto, pueden querer decir cualquier cosa; cualquier cosa o el contrario de esa cosa.
Dice Borges: “Los rusos y los discípulos de los rusos, han demostrado hasta el hastío que nada es imposible: suicidas por felicidad, asesinos por benevolencia, personas que se adoran al punto de separarse para siempre, delatores por fervor o por humildad.” Al margen de las cuestiones estrictamente subjetivas, esta cita da cuenta de la simplificación a la que, continuamente se somete el análisis de la realidad, simplificación que es posible a base de estereotipos y prejuicios nacidos en el seno mismo del imaginario social.
El tesoro de los significantes pertenece al Otro, y preexiste al sujeto. Que sus actos queden alineados y sentenciados por él, es un hecho. Que no hay verdad en aquella sentencia, también lo es. Por tanto, la intención del discurso en el plano intersubjetivo está condicionado por la relación que ambos sujetos – analizado y analizante – tienen con el Otro. Querríamos que sea más simple, pero no lo es.
Lacan rescata en esta clase, la definición de resistencia dada por Freud, y se detiene en ella. “Todo lo que destruye, suspende, altera, la continuación de la labor analítica, es una resistencia.” Define la labor analítica – con tanta brevedad como eficiencia – como la revelación del inconsciente.
Eso es. El trabajo analítico, consiste en revelar al inconsciente. El consultorio, es un cuarto oscuro.
Hay otras cosas aquí, pero voy a avanzar.