De Gregoria, la madre, a Sergio, el hijo
Salta, 13 de octubre de 1851
Desde el 8 de junio, fecha de tu última carta, no te dignas escribirme, sabiendo que es el único consuelo que tiene tu madre en esta larga separación, pero claro está que ya te has olvidado enteramente de tu madre, y de todo lo que te pertenece en el mundo. Yo te he escrito innumerables cartas y creo que alguna habrás recibido.