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Leher a Lacan
enero 23, 2021|Capiton(é)Filosofía y Psicoanálisis

Leher a Lacan

Leher a Lacan
Tiempo de lectura: 7 minutos

Mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una serpiente boa que digería un elefante. Dibujé entonces el interior de la serpiente boa, para que las personas mayores pudieran comprender. Las personas mayores, siempre necesitan explicaciones. 

El principito, Antoine de Saint Exupéry

Oh, my mind’s racing,
from chasing pirates.

Norah Jones/Chasing pirates.

Los callejones sin salidas de Balint.

Al inicio de la clase del 12 de mayo de 1954, el Dr. Pujols, alumno del seminario, pregunta: “Cuando usted dice el deseo del otro ¿se trata del deseo que está en el otro? ¿O bien del deseo que yo tengo por el otro?”

En su pregunta, el alumno anticipa ya la respuesta.

Lacan responde: “La fórmula el deseo del hombre es el deseo del otro, como toda fórmula debe ser utilizada en su justo lugar. No es válida en un sentido único. Vale en el plano del que hemos partido: el de la captación imaginaria. Pero, como señalé al final de la última sesión, no se limita a él”.

Entre captar y coaptar, hay una vocal en diferencia.

El deseo del hombre, es el deseo del otro. En esta trampa, se organiza todo lo que tiene de ridículo el mundo. ¿No es posible pensar acaso, en un deseo que se nutra a sí mismo?

Lacan nos dice: “la primera noción de la totalidad del cuerpo, como algo inefable, vivido: el primer impulso del apetito y del deseo pasa, para el sujeto humano, por la mediación de una forma que primero ve proyectada, exterior a él, y esto, en primer lugar en su propio reflejo“. A partir de esto, Lacan explica la agresividad. Continuará diciendo: “En el sujeto humano, el deseo es realizado en el otro, por el otro, en casa del otro“. En tanto es esto un fenómeno de estructura ¿debemos asumir que este hecho es ineludible para el ser humano?

Para referirse al valor del símbolo y al modo en que la ausencia del objeto determina el ingreso al mundo simbólico, Lacan se explica:

Cuando el objeto está cerca el niño lo expulsa, cuando no está allí lo llama. Mediante estos primeros juegos, el objeto pasa, casi de modo natural, al plano del lenguaje. El símbolo emerge y se vuelve más importante que el objeto“.

“Porque la palabra elefante existe en la lengua de los hombres, el elefante ha entrado en sus deliberaciones, los hombres pudieron tomar respecto a ellos, incluso antes de tocarlos, resoluciones mucho más decisivas para estos paquidermos que cualquier otra cosa ocurrida en su historia: el cruce de un río o la esterilización natural de un bosque. Sólo con la palabra elefante y el modo en que la utilizan los hombres, les ocurren a los elefantes cosas, favorables o desfavorables, fastas o nefastas, pero de todos modos catastróficas, antes incluso de que se haya alzado hacia ellos un arco o un fusil.”

Todos sus esfuerzos conducen a dejar en claro que más allá de cualquier teoría objetal y de cualquier teorización en torno a la relación intersubjetiva, ésta está determinada por su ingreso al mundo del símbolo y los efectos de la nominación. A lo largo de estas clases trabaja sobre un texto de Michel Balint, llamado “Amor primario y técnica psicoanalítica“. “

Nos dice: “He elegido como soporte a alguien que manifiesta orientaciones que convergen con algunas de las exigencias que formulamos aquí acerca de lo que debe ser la relación intersubjetiva en el análisis y al mismo tiempo, da la impresión de estar influenciado por el pensamiento dominante. Sería demasiado fácil elegir personas burdas, para mostrar lo que denominaré cierto desviacionismo actual respecto a la experiencia analítica fundamental a la que me refiero constantemente. Hay que buscarlas donde son sutiles, donde son el testimonio, no tanto de una aberración radical, sino de cierta manera de fallar el tiro.”

Aunque Lacan se detiene en la discusión que preocupaba a los analistas de su generación, lo hace para marcar, no solo, cierta desviación con respecto a lo verdaderamente relevante, sino para dar cuenta de que ciertas teorizaciones pueden ser tan lúcidas como inaplicables. Intenta, en suma, escapar de una especie de PacMan teórico inconducente.

Un callejón sin salida, es un atolladero. Lacan no desmiente su dificultad ni niega su importancia, solo pretende salir de ahí, y lo hace apelando a la palabra. Todos sus esfuerzos, en estos últimos capítulos, están dirigidos a este viraje necesario, que para empezar, permite la circulación.

Solo con el último punto, podrá comprenderse que un presente es acto, es velo, y es metáfora.

“Destaco el registro del orden simbólico porque no deberíamos nunca perder su referencia y, sin embargo, es el más olvidado y el más evitado en el análisis. ¿Ya que, en suma, de qué hablamos nosotros habitualmente? Hablamos constantemente, de modo a menudo confuso, apenas articulado de las relaciones imaginarias del sujeto con la construcción de su yo. Hablamos sin cesar de los peligros, las conmociones, las crisis que experimenta el sujeto a nivel de la construcción de su yo.

Más adelante en este capítulo, Lacan apelará al caso Dora, para dar relevo a la palabra como función de reconocimiento. “La palabra es esa dimensión a través de la cual el deseo del sujeto está integrado auténticamente en el plano simbólico. Tan solo cuando se formula, cuando se nombra ante el otro, el deseo, sea cual fuere, es reconocido en el pleno sentido de la palabra. No se trata de la satisfacción del deseo, ni de no sé que primary love, sino, exactamente, del reconocimiento del deseo“.

Comprender esto es fundamental si uno quiere enamorar a alguien por ejemplo. Muy útil. Creo que es más efectivo que acudir a una bruja o venderle el alma al diablo.

Podemos también localizar su efectividad en la publicidad y en el cine.

En la clase siguiente, Lacan explica como se relaciona el registro de lo imaginario, con el registro de lo simbólico, a partir de la noción de trauma y sus efectos represivos.

Nos dice: “la acuñación del recuerdo no fue integrada al sistema verbalizado del sujeto, esta acuñación estrictamente limitada al dominio de lo imaginario, resurge a medida que el sujeto avanza en un mundo simbólico cada vez más organizado“. “El sujeto – nos dice entonces – aprende a integrar los acontecimientos de su vida en un campo de significaciones simbólicas. Compara el desarrollo de un análisis, con el desarrollo mismo de una neurosis infantil, en tanto que en ambos el pasado se reintegra a través de un juego de símbolos.

La acuñación del recuerdo es integrada en forma de símbolos, y de esta forma resurgirá, pero adquiere en el plano imaginario el valor de trauma, dada la forma de la primera integración simbólica que realizó el sujeto“.

El uso del termino acuñación da su sentido a lo expresado. Es en el momento de la acuñación, que obtiene su valor de símbolo una moneda, o un recuerdo. Dicho valor solo podrá ser re-establecido, en tanto se deslicen sobre él, los significados.

“El trauma – prosigue Lacan – en tanto que cumple una acción represora, se desprende del sujeto y de su mundo simbólico y no estará más allí, quedará desintegrado”. Se constituirá como el núcleo de los síntomas.

Para explicar estos conceptos, Lacan se vale del caso del Hombre de los lobos. No me quedó más opción que volver a leerlo. A partir de este caso, Lacan trabaja la noción de trauma, la formación de síntomas y la censura en tanto estructurante del super yo. “La censura, escinde el mundo simbólico del sujeto, lo corta en dos: una parte accesible y una parte inaccesible”

También a partir de este caso Lacan se refiere al origen de la severidad del super yo, la razón de su tiranía, su exigencia absurda.

Dice en esta clase, que el inconsciente es una escisión del sistema simbólico, una limitación. Pienso que quizás no sea así. ¿No es el yo, acaso, lo verdaderamente escindido? No es el inconsciente la totalidad, y el yo un recorte negativizado? Si Lacan se equivocara ¿debería acaso dejar de leerlo?

Lo leo de cualquier manera, porque no por equivocarse deja de ser genial, lo leo porque aprendo de sus errores, y porque es mi intención que el conserve su lugar. No se trata de derrocar al supuesto padre, tampoco se trata de no derrocarlo, se trata de afinar el saber, de tensarlo. Se trata de aceptar la falibilidad como un hecho cierto, y de preservar su nombre y su trabajo, como guía. Si elijo a Lacan para tensar la teoría, es porque entiendo que lo vale.

Hice análisis durante 8 años, y me acuerdo decirle a mi analista, que su visión era limitada, justamente por cierta incapacidad de ir más allá del complejo de Edipo. Estaba sesgado, atrapado en un discurso que le impedía ver más allá. Precisamente en esta clase Lacan explica “todo lo singular que puede acontecerle a un ser humano, debe situarse en relación con la ley, con la cual el se vincula. Su historia está unificada por la ley, por su universo simbólico que no es el mismo para todos“. Siendo yo misma analista, y participando como él, de los mismos encuentros formativos, entendía además, que ese no era un problema exclusivamente suyo.

Lacan lo dice de esta forma: “No estamos dispensados de los problemas planteados por las relaciones entre el deseo del sujeto, y el conjunto del sistema simbólico en que el sujeto está inmerso”.

El complejo de Edipo, es la reducción más acabada, primitiva y universal del universo simbólico. Es a donde apunta el análisis, y está bien que lo haga. No obstante, para hacerlo deberá reconocer la particularidad simbólica del sujeto y la suya misma. Solo vaciado de sus propios significantes podrá el analista hacer su trabajo.

Como decía al principio, en estas clases, Lacan toma a Balint, para explicar en donde falla este autor y de qué manera, en sus desarrollos acerca de la relación de objeto y la relación intersubjetiva. Balint hace del objeto, un objeto de pura satisfacción. Sin embargo – nos dice – desconoce que se trata de un fenómeno del lenguaje. Lo importante es que ese pequeño animal humano pueda servirse de la función simbólica gracias a la cual, como les expliqué, podemos hacer entrar aquí a los elefantes, por más estrecha que sea la puerta. La intersubjetividad está dada ante todo por la utilización del símbolo y esto desde el origen. Todo parte de la posibilidad de nombrar que es al mismo tiempo destrucción de la cosa y pasaje de la cosa al plano simbólico, gracias a lo cual se instala el registro propiamente humano. A partir de aquí, y de modo cada vez más complicado se produce la encarnación de lo simbólico en lo vivido imaginario. Lo simbólico modelará todas las inflexiones que, en lo vivido del adulto, puede adquirir el compromiso imaginario, la captación originaria“.

No cambié de analista.

No cambio de peluquero. Ni de electricista. Ni de pintores. Ni de plomero.

No dejo de leer a Lacan.

No lo hago.

Porque.

no.

quiero.

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Leher a Lacan
marzo 12, 2020|Leher a Lacan

Leher a Lacan

Leher a Lacan
Tiempo de lectura: 4 minutos

The heart wants what it wants – or else it does not care.

Emily Dickinson

Save your advice cause I won’t hear.

Selena Gomez

Los escritos técnicos de Freud

¡El Lobo! ¡El Lobo!

En mi ámbito de trabajo, nada me parece evidente, incluso en aquellos casos, en que todo apunta hacia un mismo lugar. Incluso cuando algo, me resulta claramente evidente, no puedo usar esa palabra. Quizás envidio un poco la posibilidad de algunas personas de ver algo o percibir algo como evidente. En lo que a mí respecta, lo único que me resulta evidente es.. nada. Nada me resulta evidente.

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Leher a Lacan
enero 28, 2020|Leher a Lacan

Leher a Lacan

Leher a Lacan
Tiempo de lectura: 7 minutos

¿Que no mamá que a las 12 o a las 13, se terminan las horas?

Mi niño, 6 años.

La tópica del imaginario

Empiezo escribiendo incómoda, por incumplir mis propias normas. Es mi superyo adaptado, mi superyo privado… o mi sinthome. En este sitio, después de un Leher a Lacan, se publica un 12 x 12, y después de un 12 x 12, se publica una carta de 1850, eventualmente puede haber otra cosa, algún otro escrito. Lo que no puede haber, o suceder, como está sucediendo en este instante, son dos publicaciones seguidas de la misma categoría. En ningún caso. El orden de las publicaciones puede alterarse, pero no deben ser consecutivas. Rompo el patrón, solo para confirmar la regla. Si quiebro la norma una vez, algo cambia. Si la quiebro muchas veces, el patrón desaparece. Momento de modificar las palabras.

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LEHER A LACAN
diciembre 18, 2018|Leher a Lacan

LEHER A LACAN

LEHER A LACAN

Tiempo de lectura: 4 minutos

“Tienen mucha razón en todo: que su propio ingenio es una fiel representación del de las masas, pero cuando la conducta del reo es diferente de carácter de la de ellos, el reo se les escapa. Es lógico. Eso sucede siempre que la astucia del reo es superior a la de ellos, y muy habitualmente, cuando está por abajo. No tienen variación de principio en sus investigaciones, lo más que hacen cuando se ven excitados por algún caso insólito, por alguna extraordinaria recompensa, es extender o exagerar sus viejas rutinas de práctica, sin modificar sus principios”.

La carta robada, Edgar Allan Poe.

 

Primeras intervenciones sobre el problema de la resistencia.

Muy ameno Lacan en este capítulo, nos cuenta a modo de anécdota los dichos de Freud en relación a la hipnosis y sus dificultades de aplicación. Es muy divertido. Uno puede imaginar a Freud sintiéndose muy ridículo por lo inoperante de su método, y la posición en la que lo ubicaba, el no lograr que un paciente entre en estado hipnótico. Un “awkward moment”, como quien dice. Ahí está el doctor, diciéndole al paciente “Que se duerma”, a lo que en ocasiones más frecuentes que eventuales, el paciente respondía “Joder, Doctor, que no me duermo!” Después de varios intentos, complicado remontar cualquier tipo de sesión.

Asi es que Freud, dubitativo aún, pero desafiando lo establecido y evaluando sus posibilidades, establece un punto intermedio entre el método de asociación libre tal como aún la entendemos, y el método hipnótico. Este punto intermedio consistía en poner las manos, sobre la cabeza del paciente, al tiempo que le hacía preguntas. Nos dice: “Ponía la mano sobre la frente del enfermo, o tomaba su cabeza entre mis manos, y le decía: ahora, bajo la presión de mi mano, se le ocurrirá. En el instante en que cese la presión, usted verá ante sí algo, o algo se le pasará por la mente como súbita ocurrencia, y debe capturarlo. Es lo que buscamos. Pues bien; ¿qué ha visto o qué se le ha ocurrido?

No olvidemos, que la clínica médica, aún la de hoy, incluye algún tipo de intervención sobre el cuerpo: una revisión, o revisación. El médico palpa, presiona, observa con lupa, usa el martillito de los reflejos, solicita movimientos, invade con luces en los ojos y palitos en la lengua. Era de esperar, que al empezar, Freud pusiera las manos en la cabeza.

¿A que iba con esto? Ah sí. Qué genial Freud.

Poe creó a Dupin, y Freud, se inventó a sí mismo.

La descripción de estos procedimientos y dificultades, son realmente valiosas. Dan cuenta de un origen: el de un riesgo y de una creencia. Acá, la cosa estaba naciendo, se estaba gestando. Era un hombre, creando.

Tiempo después, Freud dirá: “La vida cambia. El psicoanálisis también cambia. Estamos apenas en el comienzo de una nueva ciencia. Allí donde yo descubrí algunos templos, otros podrán descubrir continentes.

Hace 92 años, los hombres usaban galera, fontanero era una palabra actual, y si un caballo se ponía nervioso te ensuciaba el vestido de fiesta. En fin.

Lacan se detiene en este punto: en la observación del carácter inaugural del método empleado por Freud, como así también en la originalidad de su campo de investigación, es decir, la verdad del sujeto.

Del ojo, hacia adentro, existen infinidad de caminos.

Dice Lacan: “Se trata de la realización de la verdad del sujeto, como dimensión propia que ha de ser aislada en su originalidad en relación a la noción misma de realidad”.

La verdad del sujeto no puede ser más que singular, y como tal, se trataba para Freud de ir tras la extravagancia de cada sujeto: no había fraude en su caso por caso. No se ajustaba a un método; lo instauraba. Lacan hace hincapié en este punto.

Aquí quisiera escribir sobre la verdad, decirla toda ella. Me gustaría haber leído todos los libros, de todas las bibliotecas, para reunir las definiciones de todos los hombres y de todos los tiempos.  Quisiera reunir todos los significados de la palabra, todas sus acepciones, recorrer todos sus caminos y hacerlo en todos sus idiomas. En la ilusión de que existe, es que quisiera saberla.

En la obviedad de lo imposible, es que sostengo la ilusión a la vez que renuncio a ella.

Otro tema en cuestión, es la resistencia, y cómo Freud empieza a trabajar sobre sus ideas. De la misma manera, que inicialmente utiliza sus manos para trabajar con los pacientes, se aproxima al discurso como si se tratara de una realidad en tanto tal, dándole un cuerpo. Dice Lacan “Para saber donde está el soporte material, biológico, Freud considera resueltamente el discurso como una realidad en tanto tal, una realidad que está allí, legajo, conjunto de pruebas como suele decirse, haz de discursos yuxtapuestos, que se descubren unos a otros, se suceden, forman una dimensión, un espesor, un expediente“.

Freud empezaba a trabajar con la palabra, y lo hacía mientras ideaba un método que le permitiera comprender sus vericuetos. La lingüística no estaba disponible, y apelaba a su formación y su propia creatividad para atender a sus pacientes y dar cuenta de lo que concluía. Así, explica el nudo patógeno y la resistencia misma, haciendo alusión a una formación de doble sentido: un sentido longitudinal y un sentido radial. Esto me hace pensar en una aproximación sincrónica, y otra diacrónica, es decir, ya estructuralista.

No hay manera breve de comentar acerca de este desarrollo. Bueno, si… si condensamos las analogías de nuestros padres, llegamos curiosamente, al Super Agente 86. Ja.

Para situarnos, Lacan sugiere también algunas lecturas a las que no puedo acceder, por razones de tipo cambiario que no vienen al caso. Maldita economía.

Al final de este capítulo, está conversando con sus alumnos. No sé. No sé quien está en lo cierto y quien está equivocado, pero el tono no es agradable.

Muy religioso Lacan, acá. No es de extrañar: Estamos en un Seminario. Y es el primero.

 

 

 

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LEHER A LACAN
noviembre 12, 2018|Leher a Lacan

LEHER A LACAN

LEHER A LACAN

Tiempo de lectura: 4 minutos

Introducción a los comentarios sobre los escritos técnicos de Freud

En este primer capítulo sobre el Seminario, Lacan presenta como ley (no usa cualquier palabra), la participación de quienes asisten a sus clases. Una ley es un fundamento, es decir, que está en las bases constitutivas de lo que organiza una actividad, agrupación o lo que sea. Dice Lacan “Si no vienen aquí a fin de cuestionar toda su actividad, no veo para qué lo harían”.

No hace falta estar en desacuerdo para dialectizar. Aún más, puede que un auténtico desacuerdo, entorpezca las discusiones. Se trata más bien, de tensar la teoría; de tensarla tanto, que al final termine por entregar una nueva nota, una nota sutil.

¿Es importante conocer al hombre detrás de la teoría? ¿Es necesario? Lacan va descubriendo a Freud, y pareciera disfrutar del encuentro. Va conociendo al hombre que se esconde detrás de la teoría y las palabras. También la creación freudiana, es un sinthome. Lo digo, aunque sea una obviedad y tan temprano para este concepto.

¿Qué hacemos cuando hacemos análisis?

La relación analítica, nos dice Lacan, nunca es una relación de dos, sino de tres. La palabra tiene su propia entidad en la estructura analítica. Sin embargo, las palabras son volátiles, estocásticamente volátiles. Lo son en el análisis, y lo son también en la discusión teórica. ¿Cómo hacer para hablar de lo mismo?

Es un poco desesperante, el malentendido. Si el malentendido es inherente a la comunicación misma, aún cuando nos referimos a entes concretos, se profundiza cada vez más a medida que nos referimos a conceptos abstractos. Dice Lacan: el lenguaje es una mala herramienta. Y dice también: “Les informo que, actualmente, entre quienes son analistas y piensan (lo que ya restringe el círculo) no hay quizás ni uno que, en el fondo, esté de acuerdo con sus contemporáneos o vecinos respecto a lo que hacen, a lo que apuntan, a lo que obtienen y a lo que está en juego en el análisis”.

Como las palabras son el colmo de la referencia, podemos convencernos de que este postulado perdió vigencia. Después de tanto esfuerzo lacaniano, esperemos que así sea. Aparentemente, en los años 50, alcanzaba con llevar La interpretación de los sueños en la cartera de mimbre, para confiar en que se hablaba más o menos de lo mismo.

Acá Lacan nos señala cual es el punto que no varía en Freud, cual es la constante, cuando todo lo demás cambia. Nos dice que su punto de partida, pero también el punto que nunca abandona, es la restitución del pasado en lo singular de cada caso. “La dimensión propia del análisis, es la reintegración por parte del sujeto de su historia, hasta sus últimos limites sensibles (…)” Dice también: “Que el sujeto reviva, rememore, en el sentido intuitivo de la palabra los acontecimientos formadores de su existencia, no es en sí tan importante. Lo que cuenta es lo que reconstruye a partir de ellos”.  “La restitución de la integridad del sujeto se presenta como una restauración del pasado, pero el acento cae cada vez más sobre la faceta de reconstrucción que sobre la faceta de reviviscencia”.

Revisar este prefijo y su significado, deshuesar las palabras, puede que nos acerque.

Al respecto, la pesquisa enseña, que hay palabras que son pregunta, y otras que son respuesta. La distinción que Lacan presenta, pone de relieve dos tiempos lógicos en el análisis. Es importante que así sea, que se trate de tiempos lógicos y no cronológicos. No vaya a ser, que el paciente se nos muera demasiado pronto, no vaya a ser que de tanto cavar profundo, extraviemos al paciente en el fondo de un pozo.

El descubrimiento freudiano, nos dice Lacan, da lugar a interrogantes vinculados a la función del tiempo en la realización de lo humano, interrogantes que por complejos, suelen aún ser evitados.

Después de largo pensar, solo puedo decir: que raro que es el tiempo. Quizás la virtualidad, la tecnología y las comunicaciones, están modificando nuestra experiencia temporal. Aún cuando las leyes de la física se mantengan en lo esencial, es la vivencia de lo temporal lo que se conmueve (y conmueve).

También la construcción ficcional, tan propia de lo humano, ofrece una vivencia y noción del tiempo que difiere de aquello que la física puede medir. Me pregunto si no es el sueño la ficción por excelencia, revirtiendo cualquier idea de tiempo que el razocinio pueda tejer.

Al fin y al cabo, al recordarse, no hay persona que no se encuentre consigo misma”.  Borges que escribe que sueña, o que sueña sin saber.

Leo “no existe prueba alguna que muestre que el tiempo es objetivo” y me genera cierta perplejidad, pienso en eso, lo pienso mucho, pero – como en todo aquello que no encuentra palabras – la pregunta abre un vacío, un “gap”, entre lo que puedo entender y la enormidad del misterio que encierra aquella sentencia. Claro, una hiancia.

Lo esencial del tiempo se resiste a su captura. Lo presente, de tan efímero es una ilusión. Lo pasado, de tan esquivo es una quimera. Queda el futuro y su universo mentiroso de posibilidades.

Ella lo dijo y me lastima preguntarme si hubiera encontrado yo las mismas palabras, o alguna otra similar que sepa decir aquello que tanto me inquieta: “quiero poseer los átomos del tiempo. Y quiero capturar el presente que por su propia naturaleza me está prohibido; el presente se me escapa, la actualidad huye, la actualidad soy yo siempre en presente”.

Es la memoria, más humana aún que la palabra.

Bendigo y maldigo el magnesio, y cualquier otra sustancia que le permita ser. Porque nosotros, analistas, trabajamos con la memoria, y construimos con el deseo.

De cualquier manera, Freud no ofrece garantías. Pensar que hace unos días lo comparé con Colón y acá dice Lacan, que Freud no llegó nunca a la tierra prometida. Qué si lo hizo, pienso ¿No es el inconsciente el campo más fértil? ¿No promete, aún sin prometer?

Lo extraordinario es la gestación; y también el nacimiento. Nacimiento que es un punto de partida, aunque no sea otra cosa que un punto de llegada.

¿Qué se hace con aquello que se hereda?

Aún más ¿qué es una herencia?

Si se valoran más los bienes adquiridos que los heredados, más vale que nos apropiemos de las teorías.

Creo que a esto nos invita Lacan con sutil insistencia: “Esta lectura, está orientada, no tanto a criticar el mito psicoanalítico, sino más bien a medir la amplitud de la realidad con la que se enfrenta, y a la cual brinda una respuesta, mítica”. Dice también “… nuestra única alternativa es reunir nuestros aportes bajo la égida de una crítica, una crítica de la técnica psicoanalítica”.

Bajo esta premisa, lo que sigue en este primer seminario, es cuestionar las nociones existentes acerca del yo, y las contradicciones que presentan.

Renunciar a los lugares seguros, obliga a jugar con lo imperdonable. Renunciar a pertenecer, no exige dejar se ser parte.

 

 

 

 

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1850
noviembre 6, 2018|Capiton(é)Cartas

1850

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Salta, octubre 13 de 1856

De Gregoria a Sergio, de Salta a Cobija

 

Mi hijo amado:

Después de 11 días de camino llegó el peón Nicolás con cartas de Uds. Y tuve el gusto de saber que habías llegado felizmente a tu casa, a reunirte con Adolfo.

Me dices que has encontrado a tu amigo muy manso. Ya lo creo. Mientras en su corazón encierra la felonía más negra, y por cómo el no habría sido capaz de realizar tales cobranzas, por eso estaba tan cariñoso. Es cosa que me confunde el manejo de Durandeau. Todo el día he llorado, después de leer tu carta, y quiero pedirte una gracia, que no me la negarás, es que me permitas que yo le escriba una carta a Don Luciano tan luego como conteste él la que le dirigiste desde aquí, porque me persuado de que mudará completamente de tonada tan pronto como se imponga de su carta. Y si no fuera así, sería una crueldad dejarle con el tanto a él y al colla. ¡Qué fuerte es la ingratitud!.

Las varias personas a quienes he hablado de la liquidación del negocio de Cobija, me han dicho que tienes derecho a pedirla judicialmente, si se oponen a hacerla voluntariamente. ¿Y como no ha de ser justo, hijo, que le escribas a este hombre, haciéndole ver si halla razonablemente, que después de 9 años de trabajo salgas de su lado con las manos vacías? Pero dejemos este asunto que tanto me afecta.

Hablé con Escalera. Me leyó tu carta, y me salió con que no tendrías lugar en este negocio, porque ya estaba hecho con Gómez, según lo vería yo por las cartas que te había escrito para que le arreglaras el negocio de burros en esa. Me fastidié mucho, porque me di cuenta, de que ha aprovechado los datos que tú le diste para dar impulso al negocio, y no sé como supo la carestía que había en Iquique, por eso se marchó en seguida al Valle, y preparó con Gómez, 600 burros para mandar.

Lo ví a Ricardo y le descubrí el misterio, proponiéndole que reúna él los burros y que Adolfo se encargaría del negocio a medias. Me agradeció mucho, y contestó que el solo tenía 110 burros capones, porque el resto son hembras para fomento de la cría, y que en todo caso se viniera Adolfo para los Valles (el camino pasa por la Hacienda) y que allí podría hacer personalmente el negocio, no obstante que Gómez compra cuanto burro se vende en la región y que él lo ayudaría. Ricardo se irá a los Valles en cuanto reciba su negocio y allí podrían hacer mucho los dos con Adolfo.

También he hablado con Don Zenón Arias, el marido de Azucena, quien me dijo que en la frontera de Catamarca podrían hallar los burros que quieran y que este año, cuando fue a Vilque, con sus mulas, le dijo el joven Antenor Saravia que Don Nicanor Ormaechea había vendido en Iquique cada burro en 2 onzas de oro, claro es que ahora estarán más caros.

Además he escrito a Don Gabino Pérez, para que me informe de unos 200 burros que me dicen hay en invernada en la Quebrada de Jujuy. Te comunicaré oportunamente todos los datos que reciba.

No sé hasta donde irán las especulaciones de Escalera y Ramón agregadas a la buena suerte de Gómez, y los tres trabajan con una actividad que van a llenarse de plata hasta las narices, porque no hay negocio que ellos no hagan.

También he hablado con Don Evaristo Uriburu, quien me dijo que en sus haciendas de Orán tenían mucho en que ocuparse, que les daría los rastrojos preparados para sembrar algodón y añil, que se dan bien allí. Me dijo que el aserradero también sería buen negocio. También le pedí te mandara copia de las cartas de Alcorta y del agente en Liverpool para que veas lo que dicen de nuestro vapor, porque no quieren darlas a la prensa para convenir así para el negocio. (…)

De todos modos, es preciso que hagas fuera de vela para sacar tu principal de esa casa de Cobija, porque sin capital no sé cómo se arreglarán aquí y hasta hoy no hay más que los 3 mil pesos míos, que están desmembrados por los 250 de la acción del vapor y los 2 mil de Jacoba, que no se qué pensará ella, pues es lo único de que dispondrá si Don Eloy le quita los alquileres de la casa.

Le hice presente a su hijo Joaquín tus ofrecimientos y los agradeció mucho. Me dijo que te ofrecía su amistad. Don Cleto sigue bien, pero alguna clientela le ha quitado Mantegazza(1), porque esta medio de moda el italiano. También hay un tal Amable Bodai, y Rams, que llega de San Juan. Asusta el ver tanto médico.

¿Con que Emilio también quiere venir a Salta? Buena pierna hará con ustedes, hasta ahora no han dado ninguna función los de la compañía lírica porque no hay teatro, no se halla quien quiera encargarse de hacerlo por las muchas obras que se construyen y la proximidad de las aguas. Solicitaron el salón de la Junta, que es el más grande, para dar conciertos, pero no se los han prestado porque ya han preiniciado las sesiones de los diputados.

Ayer domingo, se eligió Gobernador a Don Dionisio Puch, que venció a Don Martín Güemes. Tan bueno habría sido el uno como el otro, pero estoy más contenta con el elegido, con quien tengo mayor amistad y creo que nos servirá mucho en el asunto de la casa (Ay, Gregoria). Se recibirá del cargo el domingo venidero.

Puch tuvo 21 votos, Güemes 13, Don Manuel Solá 1, Todd 1, y Don José Arenales, 1. Me parece que vos también deseabas que fuera Puch. En fin, Dios quiera que resulte un buen gobierno.

Ayer estuvo en casa Don José Manuel Arias, y me dijo que le tuviéramos listas las hijuelas y demás papeles referentes a la casa para hacer hoy mismo, un escrito pidiendo el desembargo de la casa y demostrar que no tienen derecho a ella. Para esto se precisa un poder de Gregorio y de las de Chuquisaca, que se les ha pedido repetidas veces. Escríbele a Gregorio todo lo ocurrido y pídele que mande el testamento de mi abuela, que paréceme fue entre los papeles viejos que le remití. Como Gregorio me escribió que iba a hacernos cesión de su parte en la casa, yo no sé si se tomará el trabajo de mandar poder, aunque le dije que convenía que apareciera con su parte, porque los de aquí le respetan y le temen.

Les estoy conociendo a Don Evaristo y a mi comadre el interés que tienen en que Johnasson vaya a sus haciendas de Orán y mientras tanto la hacienda de Cobos espera que determinen ustedes lo que hacen. Esta tiene la ventaja de estar cerca y con Natalia se conseguirá lo que se quiera.

Anoche fui a visitar a mi compadre, que encontré algo enfermo. Me dijo que en otro correo te escribirá y enviará copias de las cartas prometidas, que todavía no han resuelto los de la Comisión a quien nombrará de agente en el Bermejo, para recibir al vapor, pero que el hará lo posible para que te designen a vos. El agente en Liverpool, escribe que formulen los pedidos de mercaderías y pongan la casa en Orán porque en diciembre estará el buque en Buenos Aires, que vendrá armado y encargado en último caso, con carbón de piedra, para obtener utilidad de él y no desarmado, como le habían ordenado. También están haciendo 2 grandes lanchones para aligerar la carga en caso de que el vapor toque fondo en alguna vuelta del río y salve así cualquier dificultad. El costo de todo es de 25.000 pesos. Alcorta se empeña en que los socios le den 3 acciones al agente en Liverpool, porque dice será muy útil allí a la sociedad, pero que no acepte a otros interesados de aquel puerto, porque mejor es que este buque pertenezca solamente a salteños.

Me refiero a la carta de Ricardo sobre el negocio de burros, y creo que el contrato sería muy bueno. Dicen que Gómez ha reunido 800 para llevar a Iquique. No te podrás quejar de esta larga carta – Mándoles 4 números de “El Comercio”.

Nota: Me dijo anoche Don Evaristo que la hacienda de Cobos, es muy interesante para la cría de ganado. En fin, lo que tu me dices es lo cierto: teniendo buena disposición para trabajar, podrán hacer mucho. Nadie tiene las proporciones de ustedes. Espero que Dios ha de bendecirlos.

(1)  Paolo Mantegazza, (1831 – 1910) Fue un médico italiano,  que encontró reconocimiento por haber aislado la cocaína de la coca, que utilizó en numerosos experimentos, investigando sus efectos anestésicos en humanos.  En 1854 viajó a Sudamérica y se radicó en Salta, en donde vivió varios años, y se casó con Jacoba Tejada, joven argentina de una familia de tradición salteña.​

Investigó costumbres sexuales, formas de celebración y sustancias con las que se embriagaban los pueblos nativos; sorprendido por el vigor sexual de los incas, potentes hasta su vejez, documenta sus hallazgos en su prolífera obra (*).

Mantegazza dirá de la coca, que “contribuye a hacer más alegre la vida, aumenta la conciencia de existir, a la vez que mitiga dolores morales”. (No sé porqué, los carabineros nos siguen revisando los asientos.)

No le quito mérito al señor Mantegazza, pero lo que me hace quererlo es el hecho de que su obra y la de Freud, se ligan de alguna manera. Se sabe, que Dora leía la Fisiología del amor de Mantegazza, cuando arma todo aquel lío. La literatura, siempre es culpable. Ja.

Por otro lado, Freud antes de publicar sus contribuciones sobre la coca, lee la bibliografía disponible y se encuentra con Mantegazza, con quien dice coincidir.

(*) Uber Mantegazza, Elvira María Dianno – Pharmakon 12.

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